❤️ Probablemente surgen en este momento muchas preguntas: ¿Por qué duele tanto? ¿Por qué me permití llegar tan lejos? ¿Por qué creí que sería diferente? ¿No fui suficiente?
Es duro porque creemos que en el amor lo podemos todo, pensamos que solo con desearlo es suficiente. Nos olvidamos que la otra persona tiene una forma de vivir y que tiene libertad de tomar sus elecciones. No todas las personas tienen responsabilidad afectiva.
Aunque a veces nos dicen: “No busco algo serio” y seguimos, o nos dicen: “Solo busco sexo” y seguimos. A veces nos involucramos mucho más y luego es tarde, ya en nuestra cabeza tenemos montada una relación, una relación que no existe para la otra persona pero que para nosotros sí.
Duelen por eso, porque la vivimos. Fue una relación, nos entregamos completamente, la vivimos con compromiso, con amor, entrega. Sí, no era como deseamos, no fue como pensamos. Pero ya está hecho, resta continuar el duelo y hacerlo con DIGNIDAD.
Sí, sin hacer show, sin humillarnos, sin exigir explicaciones de lo que estaba claro. Sin andar, culpándonos de todo, sino siendo compasivos, abrazándonos en todo momento. No necesitamos ese diálogo cruel, no necesitamos juzgarnos.
Resta incorporar el aprendizaje de esta experiencia, romper con patrones, trabajar en saber reconocer las famosas banderas rojas y saber detenernos cuando más lo necesitamos. No creer que podemos con todo y sepultar la creencia de que con amor todo es posible.
Duele no ser nada y a la vez ser todo. Duele haber creído, duele haber confiado, duele haber prestado atención a solo algunas cosas, duele no haberlo visto todo. Duele el tiempo, las ganas, la energía, duele la burla. Duele todo, duele que nadie crea que el dolor es válido, duele que nos digan que el dolor fue por una historia, por una película, por algo que vivimos, pero que para nadie más pasó. Duele, pero hay que sanar, dejar de hacer lo que daña, lo que hace que duela más. Merezco avanzar, mereces avanzar.
Emprende acciones que te protejan, marca límites, bloquea de ser necesario, piensa en ti, en tu dolor, aférrate a lo que queda de dignidad, y avanza, un día a la vez.
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